lunes, 30 de junio de 2014

Happy pride

Love is love. Esta es la frase que más se ha escuchado este fin de semana en Chicago.

Como ya he contado en otras ocasiones, en Estados Unidos lo hacen todo a lo grande. Como a ellos les gusta decir: Go big or go home. Y en la semana del orgullo gay no podían ser menos. Por supuesto, vivir en medio del barrio gay de la ciudad ayuda a que el día se viva con especial emoción. En mi caso, que aunque he vivido en Madrid varios años nunca había ido a la cabalgata, me he llevado una agradable sorpresa. La alegría que se respira, el respeto, las ganas de pasarlo bien y por supuesto, la locura provocada por la euforia del momento hacen que este día haya sido muy especial.

En Chicago el orgullo se celebra durante dos fines de semana enteros. La semana pasada no estuve por la city, pues estaba de convención en San Diego, pero este domingo he visto de primera mano la cabalgata y me ha parecido un espectáculo.

Aunque no me quedé mucho porque había demasiada gente y era todo muy agobiante, el rato que estuve me pareció alucinante (también hay que decir que hacía muy buen día, y que un canario no puede ver un buen día y no pasarse aunque sea un rato por la playa). Toda la ciudad estaba decorada para la ocasión. Las banderas de arcoiris se contaban por miles, y todos los comercios de la zona habían vestido sus escaparates para que nada desentonara con el ambiente festivo que se respiraba. La gente aplaudía eufórica y se veía la felicidad (y las copas) en sus caras.

Siempre he pensado que este país era bastante conservador en cuanto a las relaciones homosexuales. Desde luego es así en muchas zonas, pero Chicago es la excepción que confirma la regla. Muy feliz de ver que, por lo menos aquí, cada uno es libre de amar a quien le de la real gana. Good job Chicago. Este es el ejemplo que se debe seguir. Hoy me acuerdo de unos cuantos amigos que han tenido la valentía de seguir sus corazones, y creo que debéis sentiros muy orgullosos por ello (hoy y todos los días). Yo en mi caso, estoy orgulloso de vivir en una ciudad tan tolerante, y de haber podido comprobar en primera persona que la libertad de elección sexual existe. Happy pride a todos. ;)



San Diego International BIO Convention 2014

Trabajar en una Oficina Comercial tiene sus ventajas. Asistes a un montón de eventos con gente importante, visitas ferias donde te pones hasta arriba de comida (si te llevas el taper te puedes alimentar durante toda una semana) y la ventaja de todas las ventajas. Los viajes.


A cada becario nos corresponden dos viajes a lo largo de la beca, y el primero de los míos ha tenido lugar esta semana con la asistencia a la International BIO Convention en San Diego, California.


Seis días de trabajo muy duro durante el día, y fiesta non-stop durante la noche. Y es que, aparentemente, el mejor networking es el que se hace cuando se tiene una copa (o diez) en la mano.


La experiencia ha sido muy positiva. Las empresas con las que hemos trabajado (todas ellas del sector de la biotecnología) han sido encantadoras. Todo el mundo estaba dispuesto a ayudar y, a pesar de algunos errores por parte de la organización ferial, creo que en esta ocasión España ha dejado el pabellón muy alto. Aparentemente, los españoles somos conocidos mundialmente por lo que nos gusta una juerga (no entiendo muy bien por qué... :p ) así que todos los días aparecía alguien por nuestro stand con invitaciones a una u otra fiesta... Y si no estamos invitados... Pues nos colamos! Que en eso también somos españoles. Y de esta forma conseguimos entrar en el portaaviones más famoso de San Diego: el US Midway. Durante el año es un museo de barcos y aviones, pero había sido decorado entero para la ocasión, y la noche estuvo genial (muchas gracias por la barra libre).




De San Diego en sí vimos poca cosa. Entre que había mucho que hacer y que en Downtown (donde estaba nuestro hotel) hay poco que ver, el paseo por la ciudad lo hicimos en una mañana. Lo más interesante es el paseo marítimo, donde se ven unas vistas bastante impresionantes de la isla Coronado, a la que solo se puede llegar en ferry, y del puente que cruza a Mexico.

La zona de Gaslamp es archiconocida entre los californianos por su vida nocturna, y después de comprobarlo en nuestras carnes podemos confirmar que por esas tierras saben divertirse.

Me fui a San Diego con poquita ropa, pero vuelvo con la maleta llena de cosas (y no solo de los regalos inservibles que dan en estas convenciones). Me vuelvo con una red de contactos más amplia, con una semana de trabajo duro, pero con la satisfacción de saber que hemos obtenido unos resultados buenos. No creo que volvamos a organizar una feria de esta envergadura este año pero bueno... quizás el hecho de que sea única me hará recordarla como algo muy especial.

Un abrazo a todos.